"Alta fidelidad"
Revista Top Auto (España) Nro 87. Enero de 1997
Hyundai lanza al mercado una berlina de lujo por un precio realmente irresistible
Dos meses después de la comercialización del Sonata 2.0, el fabricante coreano Hyundai lanza al mercado el Sonata V6, una versión que viene para completar su oferta en el segmento superior, y que sin duda alguna supondrá un durísimo adversario para el resto de las marcas genera listas de nuestro país.
El propulsor tiene una cilindrada de 2.972 cm3 con dos válvulas por cilindro, que es capaz de desarrollar una potencia de 146 CV con un par de 23,6 mkg, a 2.400 rpm. En su desarrollo se ha perseguido ante todo ofrecer un máximo de confort y agrado en la conducción, que llega de la mano de una magnífica curva de par, que se deja notar en forma de una elasticidad sobresaliente a cualquier régimen de giro del motor.
CAMBIO AUTOMATICO. Para incrementar la comodidad de marcha, Hyundai monta de serie una caja de cambios automática de cuatro velocidades, que cuenta con un dispositivo electrónico encargado de controlar el momento de efectuar cada cambio y de evitar los típicos tirones característicos de este tipo de cajas. Además, ofrece al conductor la posibilidad de optar entre dos tipos de conducción diferente, económica o deportiva, en función de los gustos y preferencias de éste. Hyundai ofrece también una nueva caja de cambios automática de tres velocidades para el Lantra 1.6 y el Accent 1.5, que se caracteriza por su buen comportamiento y su facilidad de manejo. Una oferta con un incremento de precio sobre las versiones convencionales es de 170.000 pesetas.
Tuve hasta mayo un Hyundai Sonata GLS 2.5 V6 '00 manual, y lo disfruté muchísimo. Es un verdadero caño, súper sereno, súper completo. Tiene una potencia de puta madre, y un costo de mantenimiento ridículo, no solo porque no se rompe nunca, sino también por el valor y la calidad de los repuestos.
ResponderEliminarJulián
Saludos.
ResponderEliminarTengo un Sonata GLS 2.0 del año 1998, con motor cuatro en línea 2.000 cc, doble eje de leva en culata, inyección multipunto con la caja automática con sobremarcha.
Lo uso diariamente, no da problemas, los repuestos son baratos acá en Chile, no es para nada gastador en combustible, aparte de ser fiel y cómodo.
En carreteras y a 100 km/h el tacómetro marca 2.000 RPM y a 120 km/h marca 2.300 - 2.500 RPM, así que el motor no realiza grandes esfuerzos en viajes largos.
En resumen, un buen auto viejo para tener en cuenta.
Una joya sobre ruedas, tengo a la fecha (2017) el 3.0 y es mi gran orgullo.
ResponderEliminarComo dije en otra nota los japoneses/coreanos de esa época con terribles máquinas pero de diseño sobrio, pasa casi desapercibido. Cuestión de gustos. La excepción fue la japonesa Mitsubishi, que siempre llamó la atención con sus diseños.
ResponderEliminarSobre el auto me sorprende que sea un tope de gama de segmento alto (D) y venga sin climatizador automático aunque no sea uno digital, sino como traían los Alfas (ruedita con los grados a diferencia de los primeros digitales donde te indicaban numéricamente los grados seleccionados por teclas + o -, ej algunos R21, obviamente mono-zona)
Hermosos los Hyundai, si tengo que elegir creo que en lo personal me quedo los Kia. Y si existieran mas en disponibilidad ni lo dudo: Kia Opirus. Me enamoró desde que me subí en el salón cuando lo lanzaron, nunca vi un auto con esa calidad de materiales y nivel de terminación, a niveles de los Merches de gama (más arriba que un Clase C)