sábado, 4 de mayo de 2024

Panorama de la industria automotriz Argentina en 1961


Por J.C. Perez 
Revista Ases y Motores Nro 99. Julio de 1961

Luego de muchos años de ansiosa espera, el hombre medio argentino tiene nuevamente la posibilidad de realizar su sueño dorado: comprarse un automóvil. Mucho tiempo pasó para que ese anhelo normal pudiera ser concretado y aunque todavía no hemos llegado al nivel de otros países, la radicación de varias plantas de montaje, que serán fábricas en el futuro, y un mejoramiento en el nivel de vida, contribuyen para que nuestro pueblo recupere paulatinamente la conciencia automotriz que una vez tuvo. 

El mercado automotriz, arduo problema aún en los Estados Unidos, es muy complejo. Pero nuestro país, virgen en ese aspecto, presenta a los industriales un panorama unilateral, pues ante la carencia total, todo se acepta. Naturalmente ese todo tiene un límite, pues el poder adquisitivo todavía es bajo y por lo tanto la fabricación tiene que orientarse hacia los vehículos de precio reducido e intermedio.

Quince son los establecimientos que actualmente se dedican a la producción de automóviles y ellos abarcan una escala de precios que oscila entre los doscientos y quinientos cincuenta mil pesos. Aunque las cifras son elevadas, la competencia entre las marcas provocó, como consecuencia, la implantación de planes de financiación que hacen más accesibles las adquisiciones. 

La situación se halla ahora estacionaria. Por un lado la demanda ya no es la misma de hace un año atrás. Las fábricas tienen todavía pedidos pendientes por mucho tiempo, no todas, naturalmente, y por el otro mucho público comprador en potencia aguarda el momento de haces su inversión en las marcas tradicionales de nuestro país: Ford, General Motors y Chrysler. 

Eses firmas ya anunciaron sus planes para la fabricación de automóviles, paralelamente a la de vehículos de carga, y, en el caso de las dos primeras, ya presentaron los proyectos al Gobierno. Si todo se resuelve favorablemente, el año próximo se iniciará una nueva etapa para la motorización, ya que nadie desconoce la potencialidad industrial de "Los Tres Grandes". 

La introducción en el mercado de automóviles influirá decisivamente en la normalización de los precios, pues, aunque no rebajarán -según se supone-, nuevos planes de financiación abrirán otras fuentes de adquisición y el público podrá elegir en lugar de optar. Aunque no hay nada seguro al respecto, se dice que dentro de un tiempo relativamente breve se produciría un aumento general de precios, versión que contradice la noticia en el sentido de que Ford, Chrysler y GM presentarían sus modelos (Ford aún en el presente año) a precios sumamente bajos, lo cual tendría, ipso facto, como consecuencia una reducción del precio de los modelos más modestos, para guardar la relación. 

Tarde o temprano ello habrá de producirse como lógico producto de la competencia en el mercado. Tal no ocurre por el momento, considerando que la demanda es muy superior a la oferta en plaza. 

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