Manteniéndose vivo
Revista Parabrisas 244. Febrero de 1999
Entre fines de los '70 y principios de la década del ochenta, cuando comenzaron a importarse gran cantidad de autos del Japón, se vieron en nuestro país por primera vez los vehículos Mazda.
Su modelo insignia por aquel entonces era la coupé RX-7 con motor rotativo que, por sus agresivas líneas, quedó en la retina de los amantes de los deportivos. Pero esa pequeña coupé vino acompañada de otros modelos como el lujoso 929, el pequeño 323 y el mediano grande 626 que también tenía su versión de dos puertas. A este último se lo volvió a ver en variante sedán a fines de los '80 y principio de los '90, con líneas muy redondas para un auto de su clase. -sigue-
Su modelo insignia por aquel entonces era la coupé RX-7 con motor rotativo que, por sus agresivas líneas, quedó en la retina de los amantes de los deportivos. Pero esa pequeña coupé vino acompañada de otros modelos como el lujoso 929, el pequeño 323 y el mediano grande 626 que también tenía su versión de dos puertas. A este último se lo volvió a ver en variante sedán a fines de los '80 y principio de los '90, con líneas muy redondas para un auto de su clase. -sigue-
Lea el Road Test del Mazda 626 GLX en Test del Ayer
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