¿Quien fue el primero?
Revista Corsa Nro 373. Junio de 1973
El privilegio de haber sido el primero en atravesar la Cordillera de los Andes en automóvil fue utilizado como argumento para una intensiva campaña publicitaria. La difusión gráfica y el texto de dicho aviso desataron una polémica que en cierta forma nos comprometió por la cantidad de cartas que con fines "justicieros" o de consulta llegaron a nuestra redacción. Por fin, un amplio informe en torno de la investigación que hiciera nuestro corresponsal en Mar del Plata nos movió a elaborar este testimonio
Un logrado mural callejero y la importante campaña gráfica que emprendió Chrysler Fevre Argentina procaron un inesperado alud de cartas con recortes de publicaciones de la época que día tras día ahogaron nuestra redacción. Cada una de esas notas que recibimos intentan reivindicar para sí el privilegio de ser el verdadero primer cruce de los Andes en automóvil.
Como nosotros no somos tan viejos como para haber estado aquella vez, simplemente recopilamos la información recibida y nos pusimos en contacto con la agencia publicitaria que concibió la campaña para conocer la fuente de información a la que apelaron ellos. Con todas esas notas, recortes y fotos de la época logramos hacernos de un importante legajo, el que acompañado de las cartas referentes al mismo tema que ya salieron publicadas en el Correo del Lector de CORSA y algunas que nos quedaron sin publicar, pueden servir para proyectar algo de luz sobre la polémica desencadenada por el aviso en cuestión.
Los publicistas que pergeñaron la campaña del "cruce" argumentan bien que "no podemos haber lanzado una campaña de tal calibre, poniendo en juego el prestigio de dos empresas de la importancia de Chrysler y la nuestra invocando una proeza que pudiera llegar a ser dudosa en cualquier instancia. Nos hemos documentado fehacientemente y los hechos son irrefutables..."
Las aparentes contradicciones o confusiones surgen de sutilezas tales como el reconocimiento de las instituciones que homologaron oficialmente el cruce. O los lugares de partida de cada uno de los protagonistas y -por qué no- la subjetividad de ciertas partes en las que entra el afecto en todas estas valorizaciones.
Existe, por ejemplo, el sentimentalismo de marcas. Así nos escribieron los señores Peirano y Zirulnikoff una carta que bajo el título de "¿Ingeniería de anticipación?" dicen que desde hace un tiempo han apreciado unos coquetos pergaminos con un hermoso paisaje cordillerano y el agregado de un detalle: un automóvil Dodge.
"Dicha marca asegura haber cruzado por primera vez la Cordillera de los Andes en el año 1923 con un auto de su fabricación.
Tenemos entendido que esta hazaña fue realizada por un Buick modelo 1912, en él año 1914 (9 años antes que dicha marca). Este evento fue protagonizado por Johnson Martín (gerente de una agencia Buick en Buenos Aires) y Otto Johanson (empleado de la misma agencia). El recorrido no comenzó en Mendoza, como hace constar Chrysler, sino que el itinerario comprendió Buenos Aires, Mendoza, Santiago de Chile, Valparaiso, y fue cumplido en 29 días".
No cabe duda que en la carta de nuestros dos lectores existe un prejuicio sentimental de marcas. Por otro lado no brindan mayores detalles del cruce en 1914. En cambio nuestro corresponsal en Mar del Plata, Francisco Canale, fue receptor de una inquietud que lo movió a realizar una profunda investigación del tema y nos envió un jugoso informe lleno de fotografías y datos de archivo que sin duda añaden nuevos matices al espinoso terna. Este es el resultado de su investigación.
"El único interés que me guía es hacer conocer a todos que mi padre fue el primero en cruzar la cordillera en un raid fiscalizado oficialmente, y así brindar a su memoria el homenaje que creo se merece"
Con estas palabras nos recibe Pedro Malgor en su casa de la calle Sarmiento de Mar del Plata. "No digo que mi padre fuera el primero en cruzar la cordillera, ya que él siempre nos decía que por 1915 un norteamericano lo había realizado."
Consultado el 'libro "Medio Siglo de Automovilismo" de Ricardo Lorenzo, encontramos en la página 214 que dice "Johnson Martín, con el Buick que compitiera en el circuito Sur de Santa Fe y en el raid de Montevideo a Salto organizado por el diario Tribuna Popular de Montevideo, cumplió en el mes de abril de 1914 el raid desde Buenos Aires a Santiago de Chile, siendo el primero que unió ambas capitales por tierra sobre un automóvil.
Ampliando la nota, en la página 29 de dicho libro leemos: "En la revista Automóvil Sport los agentes Buick desafían por la suma de $ 100.000 (año 1914) a cualquier coche que en el término de seis meses realice el mismo recorrido de Johnson Martin con los mismos controles y sin reparaciones de caminos".
Relata este volante que para avanzar en ciertas partes donde no había senderos y llegar a la altura de 3.999 metros tuvieron que desmantelar totalmente el coche y subirlo con ayuda de aparejos accionados por mulas y caballos y luego volverlo a armar. Como nota simbólica, indica que el raid comenzó mojando las ruedas en el río de la Plata a la altura de San Isidro y terminó mojándolas en el Pacífico, en Viña del Mar.
Todo esto está documentado en el archivo de la revista Turismo de 1909 a 1914 en el Touring Club Argentino.
Continúa el señal Malgor diciendo que también recuerda haber oído hablar a su padre de un periodista de Bahía Blanca, que un par de años antes cruzó también la Cordillera, y revisando libros y recortes nos encontramos que el señor Augusto De Muro, corresponsal del diario La Nación en Bahía Blanca, inicia un raid en 1921 desde esa ciudad y finaliza con éxito en Santiago de Chile.
Y aquí comienza lo referido a don Pedro Malgor. Nacido en la Capital Federal en 1891, siendo su primera actividad el ciclismo, que practicó intensamente. Su abuelo tenia una cochería en Plaza Congreso (un servicio de coches de los que luego serian los mateas). El chico Pedro Malgor de 16 años, se quedaba de noche con el sereno para salir a probar la moto que había adoptado alrededor de la plaza.
Participó en muchas competencias y luego de ese periodo ingresa al automovilismo. En 1920 corre en nuestro país y en el Uruguay. En cuanto a sus excursiones en auto, realiza en 1910 un viaje a Mar del Plata con un De Dion Bouton. Tardó 4 días en llegar consiguiendo bencina en las farmacias de los pueblos de la ruta. Años después, con motivo de una huelga ferroviaria se dedicó a trasportar la correspondencia a Mar del Plata. Realizó 12 viajes y en uno de ellos trasporté mil kilos de yerba y azúcar para la cárcel de Dolores.
Muchas de sus hazañas son recordadas (Buenos Aires - Mar del Plata en 6 horas 10 minutos con un Fiat 519 en 1924) y algunas le sirvieron para iniciar actividades de distintas proyecciones. Fue pionero de los viajes en ómnibus a Mar del Plata... pero vayamos al cruce de los Andes.
Recibió de regalo un Lincoln con el que había participado en muchas carreras. Decide cruzar con ese coche la cordillera y para certificar la veracidad de la prueba decide hacerla con un representante del Automóvil Club Argentino que fiscalizaría todo. La elección recae en Pedro Fiore y es con él que inicia el viaje el día 22 de marzo de 1923.
Inicia su raid a las 9.30 horas desde Luján, y llega a Rojas a las 18.30. A la noche del 23 llegan a Rufino. El 26 salen de Rufino y sólo llegan a Mackena. Desde allí -el 27- hasta San Luis tardan más de seis horas y al día siguiente llegan a Mendoza.
El 30 inicia la subida de Uspallata, y el 19 de abril llegan a Valparaíso después de 79 horas 44 minutos de viaje. Cumplieron la meta que se habían propuesto: cruzar la Cordillera de los Andes en un viaje fiscalizado oficialmente y que los sindicaría como los primeros. La nota de la Asociación de Automovilistas de Valparaíso y Viña del Mar lo certifica.
Intentaron en seguida repetir la hazaña cubriendo el camino de regreso de la misma forma, desde Valparaíso a Buenos Aires. Pero un inconveniente en el camino a poco de partir los obliga a abandonar esta segunda parte del raid. Sin embargo la hazaña estaba cumplida. Como consecuencia de un golpe en la cabeza que sufriera en un accidente automovilístico en 1936, Pedro Malgor muere víctima de un tumor cerebral en 1943. Aquí termina el resumen del informe enviado por Canale.
A su vez tenemos también el material documental que nos hiciera llegar la agencia publicitaria y que inspiró a la campaña. Se trata de cuatro fotocopias. Una reproduce una página del diario La Nación de Santiago de Chile del 1 de abril de 1923. Allí aparece la noticia del feliz término que tuvo el viaje de los pilotos argentinos Alejandro Posca y José Zelaya cumplido entre Mendoza y Santiago de Chile el día anterior.
Habían salido de Mendoza el día 29 de marzo, con dos autos: un Dodge y un Studebaker y todo un equipo de personas a bordo. Agrega la información que al encuentro de los pilotos argentinos salió una comisión oficial chilena, que los acompañó la ultima parte del viaje.
Básicamente la misma información se repite en el diario La Nación de Buenos Aires del 19 de abril de 1963 bajo el subtítulo: Cuarenta años se cumplen hoy del primer cruce de la Cordillera de los Andes en automóvil. Otra fotocopia reproduce un artículo del diario Los Andes de Mendoza del 31 de marzo de 1953, y el titulo dice: "Hace 30 años se logró por vez primera cruzar la Cordillera de los Andes con automotores". Dice 'la nota que en la Argentina y Chile existía gran expectativa por el anuncio de que dos automovilistas porteños pensaban unir Mendoza con Santiago, El grupo estaba integrado por Luis Villanueva, Aleardo Scotti, Alejandro Posca, Ricardo Guiard, José Zelaya, Salvador Rodríguez, Héctor Decurgez y Mariano Bustos. Partieron de Mendoza en dos automóviles el 29 de marzo de 1923. En Las Cuevas se agregó el deportista chileno Raúl Hudson. Llevaban como único permiso de viaje una autorización del cónsul chileno en Mendoza.
Las noticias de los pasos del grupo tardaron cuatro días, las enviaban los telegrafistas del ferrocarril trasandino A su llegada fueron aclamados por una gran cantidad de público. El doctor Alessandri, presidente de Chile, les envió un telegrama de felicitación y en Valparaíso les entregaron la simbólica de la ciudad, lo que les autorizaba a circular de "contramano", esto debido a que en aquella época en la Argentina se utilizaba como mano para el tránsito la izquierda mientras que en Chile era la derecha. Un gesto simpático de las 'autoridades chilenas.
El último recorte es del 7 de abril de 1963 y también del diario Los Andes, y repite la misma información con el agregado de un reportaje a los señores Villanueva y Scotti, quienes ampliaron la información agregando del fracaso de dos automovilistas porteños que en aquellas días habían intentado el crucé partiendo desde Buenos Aires y no pudieron cumplirlo. Esto entusiasmó al grupo mendocino, que fue quien finalmente concretó la hazaña.
Estos son los testimonios que tenemos. La polémica puede resultar en última 'instancia una discusión bizantina demasiado sutil. Lo importante es que entre marzo y abril de 1923 dos equipos argentinos cruzaron la cordillera en automóviles. La diferencia de horas podría ser un detalle anecdótico. En algunas publicaciones consta que un señor Johnson con Buick, en 1914, llegó basta Santiago. Eso sí, no hay mayores datos ni documentaciones. Nueve años es un handicap ... Y esta es otra tesis para el difícil teorema que planteó una inofensiva campaña publicitaria.
Epocas donde recorrer esos caminos o pegarse un viaje a la costa eran toda una epopeya.
ResponderEliminarAutos que incluso 0km no transmitian confiabilidad. Nadie salia a recorrer distancias largas sin un bidon de agua, 1lt de aceite, caja de herramientas y por qué no platinos mas un sin fin de partes que podian fallar.
Era comun antes de un viaje largo hacerle una afinación y paso obligado al carburista para minimizar riesgos. Hoy cualquier autito si es nuevo o no lo maltrataron es calibrar aire de ruedas agarrar ruta y a disfrutar del viaje.
Otras epocas...
Igual nadie esta excento de un desperfecto con un auto nuevo. Estadisticamente hoy son mas confiables pero si te agarra una falla no todos le meten mano. Antes en la era de las epopeyas, lo atamo con alambre y esos fierros seguian andando. Obvio el conductor tenia que saber lo basico de mecanica o ser socio del ACA.
EliminarPero que quede claro que por mas nuevo o seminuevo que sea igual PUEDE fallar, aunque estadisticamente es menos probable.
Raro que la nota de Corsa no menciona la carta de Horacio Fernández Méndez, quien un par de números antes descalificaba los avisos de Chrysler, en donde entre otras cosas decían que "hicieron 70 kms. sobre tablones". Según su cálculo, no se podía transitar esa distancia sobre tablones en poco menos de dos meses. Y este se adjudicaba ser él el primero en hacer el cruce de los Andes en automóvil de ida y vuelta, con homologación del ACA. Además, le reprochaba a Chrysler el ningunear a los otros integrantes del raid que participaron al mismo tiempo con la marca Studebaker.
ResponderEliminar