Noticias de ayer
Cuando usted compra un auto ... ¿Sabe cuanto paga de impuestos?
Por Arturo Pellet Lastra
Revista Corsa Nro 237. Noviembre de 1970
Del precio de lista que el comprador de un auto O Km. abona por su vehículo, la cuarta parte va para el Fisco.. Analizamos para usted el problema
En una reciente nota atacamos a fondo uno de los hechos más negativos sucedidos en el año 1970: La invención y puesta en práctica del impuesto al parque automotor, cuya primera cuota venció el 16 de septiembre pasado.
En estas columnas vamos ahora a poner ante sus ojos las cifras que revelan cuánto le cuesta a usted, en impuestos, su automóvil, cuánto se lleva el Fisco, por cada automóvil que se vende en la Argentina, problema que recién podemos apreciar en toda su dimensión gracias a un oportuno y eficaz estudio realizado por ADEFA y otras entidades relacionadas con la industria automotriz (1).
Era urgente y necesario saber cuántas y cómo son las múltiples cargas impositivas aue han convertido al automóvil argentino en uno de los más caros del mundo. Tarifas elevadas y superposición de gravámenes son las claves a partir de las cuales se debe analizar este fenómeno impositivo.
¿Por qué no se asegura la promoción de la industria?
En momentos en que tanto en el ámbito oficial como privado se discute cuáles deben ser los lineamientos del futuro régimen de la industria automotriz, es conveniente señalar, tal como lo expresara el informe de ADEFA, que "El decreto 3693 del 25/3/59, que establece el régimen de promoción, pondera la gravitación económica y los servicios que prestan los vehículos automotores, declarando que la industria del automotor merece un tratamiento especial que le otorgue ventajas, con ajuste a las leyes vigentes de carácter aduanero administrativo, y cambiado".
Sin embargo, en la parte dispositiva del decreto, se limita sólo al ámbito aduanero las medidas específicas de promoción, omitiéndose crear un sistema de desgravaciones y exenciones fiscales, similar al previsto por la ley 14.781 (de promoción general de la industria).
Esta limitación nos lleva a preguntar: ¿Por qué razón se fundan los considerandos del decreto de promoción de la industria automotriz en el texto y espíritu de la ley 14.781 y en el mismo acto se la excluye de los beneficios que traería aparejada la aplicación de esta ley?
La única explicación aceptable es que los autores del decreto 3693/58, pensaron que para promocionar la industria automotriz bastaba desgravar las partes importadas que iban a integrar en su armado el automóvil argentino. Como se sabe esta desgravación iba a ser y fue en la práctica un elemento clave que alentó la radicación de capitales y estimuló la producción, ya que en un principio la proporción de partes importadas en cada coche que salía de fábrica era sustancial (del 40 al 50 %). Pero con el correr de los años, hacia 1965, esa proporción había decrecido al 10 % y en los últimos años ha decrecido aún más, dándose el caso, inclusive, de que varios modelos se producen con un 100 por 100 de material nacional.
Estas cifras y resultados nos llevan a la conclusión de que basar la promoción sólo en la desgravación aduanera fue un concepto limitado y sin visión de futuro, a la vez que alentó la creación de fábricas dedicadas exclusivamente al armado, que una vez hechas sus ganancias, desaparecieron del mercado.
Lo que se precisaba, en realidad, era proyectar un régimen permanente de estímulo, pero no sólo basado en desgravar la importación de materiales por el término de siete años (1958-65), sino más bien basado en la reducción al máximo de la presión impositiva en todas las etapas de la industrialización y comercialización interna del automóvil en un período de por lo menos 15 años, plazo que consideramos como óptimo para un proyecto de desarrollo industrial tal como lo requería nuestro mercado automotor.
Para encontrar la solución de este problema, es preciso previamente descubrir cuáles son las fallas más notorias de los impuestos que gravan al automóvil. Por eso coincidimos con el informe de ADEFA en cuanto señala "...tanto al nivel de las industrias que concurren a la producción corno a nivel de la comercialización, el sistema impositivo ofrece fallas sobre las cuales es preciso llamar la atención de las autoridades, puesto que ... admiten soluciones inmediatas", para el bien del automovilista y del industrial.
Luego, el informe destaca, entre otras, estas conclusiones que nos alarman: 1) No ha existido ni existe una política impositiva específica para la promoción de la industria automotriz (lo que necesariamente perjudica el desarrollo de la industria en el largo y mediano plazo. 2) Las normas de aplicación a la industria automotriz y a la comercialización de sus productos no se han estructurado atendiendo a los requerimientos de esta actividad. 3) La vigencia de criterios fiscalistas, la influencia en la política fiscal de los frecuentes cambios en la orientación de la política económica y la laguna legislativa que existe sobre esta actividad se ha traducido en: a) Excesiva tributación a nivel de la comercialización, con simultáneo desconocimiento de la actividad del concesionario, y consecuente aplicación de criterios fiscalistas erróneos. b) Excesiva elasticidad en los criterios que informan a la política impositiva de promoción industrial, y c) Acumulación de distintos gravámenes en el ámbito nacional, provincial y municipal.
El problema en cifras
El problema, como se ve, es grave y se traduce en cifras, por demás elocuentes. En efecto: la incidencia impositiva en el precio final de cada automóvil argentino que se vende, es la siguiente:
- Impuestos que se pagan en la industria terminal 20,09 %
- Impuestos que paga el concesionario 3,74 %
- Impuesto que paga Ud (Parque automotor) 1 %
- Porcentaje de impuestos que se pagan por cada unidad O Km sobre su valor total de venta: 24,83 %
En suma, la cuarta parte del precio que Ud. paga al comprar un automóvil 0 Km se lo lleva el Fisco, en forma de impuestos directos e indirectos. Del total del 20,09 %, que corresponde a la incidencia de los impuestos que se pagan en el trascurso del proceso de industrialización, el 8,93 % corresponde a cargas fiscales que inciden en el precio de las materias primas y partes accesorias, y el 11.16 por ciento restante corresponde a las cargas impositivas que gravan la etapa de armado final.
Breve antologia del impuesto "Corsa"
Como usted ya sabe por anteriores notas nuestras y este informe que hoy comentamos, casi el 25 % del costo de su coche debemos anotarlo en el rubro -por demás caro- "impuestos". Pero es conveniente que anote también cómo se denominan estas cargas fiscales, que hacen que su automóvil sea uno de los mejores contribuyentes argentinos (ya que estos impuestos el industrial los traslada si precio de lista del coche). Son éstos, de acuerdo con el informe de ADEFA:
La suma de los distintos tipos de impuestos que gravan la producción y venta de un automóvil suman, valga la redundacia 24, y su incidencia en el costo final del vehículo es, como ya señalamos, del orden del 24,83 %.
Esta comprobación, a la que llegamos con la ayuda de las cifras aportadas por el informe económico ya mencionado, nos deja asombrados. Confesamos que supera nuestros cálculos más pesimistas, aun cuando reconocemos que en todos los países (industrializados y en vías de desarrollo) cuyas cifras usualmente se comparan con las nuestras, la presión impositiva también es considerable, ya que oscila entre el 18 y el 20 % del costo total de cada unidad.
Pero mal de muchos es siempre consuelo de tontos, ya que si las cargas impositivas distorsionan el precio de los automóviles en otros países, eso no justifica que nuestro régimen de promoción no sea más razonable y ajustado a los objetivos explicitados al planificarse legalmente el desarrollo de la industria automotriz argentina.
(1) "La Industria Automotriz Argentina". Informe Económico, Año 1969.
Gracias por esta publicación, mi nombre es Ramiro Pellet Lastra, hijo del autor de la nota, una alegría inmensa encontrarla en Twitter y leerla en este blog. Yo nací ese año, casualmente.
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