Deportivo para pocos
Revista Parabrisas Nro 289. Diciembre de 2009
De neto corte británico, es un descapotable con prestaciones de auto de carrera. Sólo hay 40
Morgan es una de las marcas que mejor ha interpretado el concepto del auto exclusivo. A tal punto que apenas tiene siete representantes en Gran Bretaña y tres en el resto de Europa (Austria, Holanda y Alemania). El principio de producción del Aero 8 marca la culminación del programa de desarrollo más grande alguna vez emprendido por Morgan, en más de 90 años de fabricación de autos deportivos. Un camino que tuvo su máxima expresión en 1962 cuando el Morgan Plus 4 ganó en la clase de 2.0 litros en las 24 horas de Le Mans.
Las 39.000 libras del costo de estos autos (unos 60.000 dólares) trunca su camino a la popularidad. Pero lo que realmente le da ese halo de exclusivo es el volumen de producción y la forma en la que son fabricados: sólo se construyeron cuarenta de estos modelos, en un proceso en el que en su mayor parte intervienen artesanos que le dan vida a las diferentes partes de cada auto con sus propias manos. Eso sí: se toman su tiempo. Los interesados en comprar uno de estos modelos deben esperar alrededor de dieciocho meses para poder disfrutarlos
Lord deportivo
Chasis, carrocería, suspensiones, motor y demás componentes mecánicos están desarrollados por los más prestigiosos proveedores de la industria automotriz, todos fabricantes minuciosamente seleccionados por los ingenieros de Morgan para darle a sus productos el verdadero espíritu deportivo que ellos pretenden para sus creaciones. Aquel modelo ganador en Le Mans de 1962 fue el elegido para servir de base a los Morgan del siglo XXI.
Por ejemplo, el chasis de aluminio de Ciba Geigy fue vuelto a diseñar. El diseño original para el chasis de aluminio fue probado usando los recursos de la Universidad de Birmingham, en donde se realizaron las pruebas más rigurosas. Pero también se ensayaron esos componentes en la propia Morgan, en los laboratorios del proveedor de aluminio Alcan y en las instalaciones de pruebas de BMW, lugar en donde se han realzado la rigidez torsional, la fuerza y la durabilidad. Como detalle a destacar, el chasis del Aero 8 es sometido a un tratamiento especial denominado Chrome-free, sistema que sólo es utilizado por algunos
prototipos de GM y Ford.
En cuanto a la "cáscara", aunque carece de un trabajo específico sobre el perfil aerodinámico manifiesta un buen rendimiento con un Cx de 0,39. Esa medida, aunque es algo elevada para un deportivo; no es relevante a la hora del rendimiento: para darle vida a este modelo, Morgan le confió la responsabilidad de los motores a BMW. La marca alemana proveyó a Morgan de un motor V8 de 4.4 litros, capaz de desarrollar 286 CV a 5.400 rpm y 45 kgm de torque a 3.600 vueltas, medidas más que suficientes para darle nervio deportivo a un casco que apenas pesa 1.000 kilos.
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