sábado, 8 de marzo de 2025

Prueba del Ciclomotor Juki Dribbling


Ciclomotor Juki Dribbling
Más económico que el colectivo
Revista Road Test Nro 19. Mayo de 1992

Tuvimos en nuestras manos un ciclomotor Juki Dribbling, un vehículo cuya característica fundamental es la economía de consumo. Escogimos tres circuitos y realizamos la cuenta de lo que salía cada viaje en ciclomotor, taxi y colectivo

En la Argentina se venden aproximadamente 140.000 ciclomotores por año. La cifra casi nos obligó a subirnos a uno de estos vehículos para ver de qué se trataba. 

A priori y considerando el escaso 1,4 CV de potencia teníamos bien claro que no tenía sentido hacer pruebas de performance. Entonces pensamos. ¿Cuál sería la razón que nos llevaría a comprar un ciclomotor? La respuesta fue inmediata. Comodidad y economía.

Tomamos una Juki Dribbling y realizamos diferentes recorridos sobre las hipótesis de algunos usos que nosotros consideramos lógicos. Del trabajo (o casa) a la facultad (20 cuadras). De casa al trabajo sin vivir demasiado cerca y un recorrido urbano que haría cualquier cadete de cualquier empresa. Todos saldrían en el mismo momento.

A la hora del gasto tomaríamos en cuenta sólo el consumo. En primer lugar porque es muy difícil asegurar estas motos y en segundo porque las reparaciones son poco costosas. Es bueno aclarar el punto. Considerando el mal carácter de los choferes de colectivos habría que crear también un fondo para gastos médicos, de modo que decidimos que esos costos se compensen entre sí... 

200 KM POR DOS PESOS 

Dieguito Speratti fue el encargado de la prueba por obvias razones de imagen de nuestros testers habituales. El benjamín de la redacción salió en la Juki de Belgrano 624 a la Facultad de Ingeniería para retornar 8 minutos después, 2 antes del que lo hizo en taxi y anticipándose en seis minutos al abnegado que viajó en colectivo. Diferencias mínimas en tiempo pero no en pesos. 3,60 pagó el colaborador del taxi (dos bajadas de bandera), 0,60 costaron los dos boletos mínimos y 0,0536 centavos costó el 0,028 de mezcla litro consumido por la Juki. 

En distancias mayores las diferencias de gasto y consumo deberían multiplicarse. Donde sorprendió la Juki fue en el tiempo. Escogimos un recorrido semi-rápido de modo de que el taxi tomara Panamericana y Lugones para recién tomar el tránsito urbano en el centro de la ciudad. 

Logramos nuestro cometido y el taxi, en el recorrido de ida y vuelta, llegó antes. Pero con sólo seis minutos de diferencia y tras oblar 29 pesos.

Por su parte, Dieguito Speratti a bordo de la Juki llegó a la cita anticipándose 22 minutos al colaborador que hizo el recorrido en colectivo y tren. 

La Juki consumió poco menos de 1 litro de combustible (0,428 pesos) mientras que para pagar los correspondientes pasajes se desembolsó 1,20. Agradecemos la colaboración de Ferrocarriles Argentinos que no realizó ningún paro el día de la prueba... El recorrido céntrico fue similar al primero y los resultados se ven en el cuadro que acompaña la nota. 

Si tuviéramos que definirla diríamos que es simplemente para moverse y su principal argumento reside en la economía. Exteriormente es una especie de "bicicleta gorda" y conducirla no requiere ninguna experiencia previa. Los 1.200 dólares que se deben pagar por ella deben entrar en juego a la hora de tomar una decisión. Para el microcentro. 

Pero la decisión ya no es nuestro problema. Simplemente quisimos ayudarlo con las cifras. Eso sí, si no tiene intención de comprarla, no deje que su hijo lea esta nota.



Para la ciudad. En la confrontación con el colectivo, el ciclomotor sale airoso en lo que hace a tiempo y dinero. Con un litro de combustible se pueden recorrer hasta 70 kilómetros. Hay una verdad irrefutable. En días de lluvia es preferible tomar el colectivo

1 comentario:

  1. Un cañito, no le pidas mucho. Pero me llevaba a Soldati y luego a Barracas (51km entre ida y vuelta) con un rendimiento de unos 40km/litro o tal vez más, pero lejos de los 70km/litro. Ideal para loa días de congestión, sino te llegarán puesto

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