El martes 27 de agosto pasado se presentó al periodismo el auto que completa la gama Sierra: la Rural. Este nuevo producto está equipado con el conocido motor de 2.300 cm3 de 105 CV a 5.000 RPM y mostrará dos versiones que se diferencian por el equipamiento de confort que ofrecen: GXL y 2,3 Ghia, siendo la última de ellas la más completa en cuanto a equipo standard y opcionales disponibles.
Entre sus mayores novedades técnicas la Rural Sierra muestra amortiguadores traseros concéntricos con los resortes cuya finalidad es darle mayor amplitud al espacio de carga trasero, de un volumen que varía de 1.070 dm3 (asiento trasero sin rebatir) a 1.962 dm3 (con el asiento rebatido). La máxima capacidad de carga es de 500 kilos, incluyendo 75 kg que pueden trasladarse en el portaequipajes -también regulable- sobre el techo (versión 2,3 Ghia).
Las puertas traseras permiten un amplio acceso a los pasajeros gracias a su diseño de parantes verticales, mientras que se ha perfeccionado ampliamente el sistema de eliminación de ruidos en el habitáculo, sobre todo en la parte posterior.
Por lo demás, cabe señalar el diseño realizado en nuestro país, del paragolpes trasero, así como el sistema de cierre del portón posterior. El coeficiente de penetración es exactamente igual al del auto Cx 0,34. Tres transmisiones están disponibles: automática, manual 4 marchas y manual 5 marchas. Para las versiones equipadas con transmisiones manuales, la fábrica asegura una velocidad máxima de 174 km/ h, mientras que con la transmisión automática se reduce en 6 km/h esa cifra.
Entre otros elementos de confort, la versión "top" tiene techo corredizo, levantavidrios eléctricos en las cuatro puertas, panel de chequeo electrónico y portaequipajes con barras movibles. El largo total es unos diez centímetros mayor que en los sedanes Sierra, debido al espacio requerido para el cierre vertical del portón trasero, el cual cuenta con lava-limpialuneta integrados en el mismo brazo.
El Ford Sierra Rural llega a un mercado que se encuentra en expansión no sólo por la reciente ampliación de la línea Renault 18 GTX Break -que incorporó un modelo de doble tracción- sino también por la futura producción de la rural Peugeot 505.
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