El Torino 7 bancadas
Revista Corsa Nro 394. Noviembre de 1973
Merced al eficaz trabajo de nuestra estación de rastreo industrial, en el número 383 de CORSA del 28 de agosto pasado levantamos la perdiz sobre una de las novedades a aparecer más importantes del año: el famoso Torino 7 bancadas.
La nota en cuestión -como es usual en estas ocasiones- originó felicitaciones por un lado y amigables tironcitos de orejas por otro, ya que dentro de las áreas comerciales de todas las empresas automotrices, estas "levantadas de perdiz" jamás caen bien. Pero, como nuestra obligación es la de estar siempre en la noticia y proporcionársela a nuestros lectores (si es posible antes que se produzca el hecho) allí estamos siempre afrontando lo que venga.
La semana pasada se produjo el hecho. IKA-Renault presentó a consideración de la prensa la gama Torino 74, es decir a los miembros de la ya tradicional familia del torito rampante: el Torino SE (sedán cuatro puertas, que aparecía en foto en el mentado Nro 383 de CORSA) y la Cupé Torino en sus dos versiones, tranquila TS e inquieta GS.
Lo relevante de la presentación de la línea 74 estuvo, no en la fachada de los autos, que no presentan cambios sustanciales, sino en el caracú mismo de la cosa: el motor, que es ahora la versión con addenda, espurganda et corrigenda nacional del eficaz y ya tradicional seis cilindros, monoárbol in testa que tantas satisfacciones le dio a la firma argentina hoy capitaneada por el Ing. M. Huergo.
Desde su nacimiento -hace ya siete años- el Torino se aseguró un lugar de real privilegio dentro de la industria automotriz argentina y en la consideración del público consumidor. Aunque su origen no ha sido del todo "folklórico" ya que en su concepción se mezclan genes estadounidenses (American Motors y su motor 6 cilindros OHC) y genes itálicos (Pinin Farina y su diseño estilístico), el Torino ha sido y será siempre el auto argentino por antonomasia y no solamente por el anecdótico hecho de ser nuestro país el único lugar del mundo donde se lo fabrique, sino porque el auto de IKA-Renault reunió desde su nacimiento las características que lo hicieron apetecible en grado sumo al mercado nacional.
Es el auto sólido, compacto, veloz, deportivo y por ello seguro, que el muy receptivo público argentino supo apreciar y colocar en el lugar destacado que ocupa dentro de la industria automotriz nacional. El auto que por añadidura y como coronación de su brillante trayectoria deportiva en Argentina, hizo el recordado gol de media cancha en Nürburgring, donde, si bien no ganó, tuvo una actuación tan extraordinaria que le hizo parar la oreja a medio mundo en Europa. Un verdadero campeón sin corona (no confundir con el "ganador moral" que tanto abunda en el patrimonio telúrico deportivo de este lado del charco).
Luego de cumplir gallardamente con su trayectoria, el Torino fue objeto de un remozamiento fundamental: la puesta al día de su motor, el que es sometido a partir de 1968 a estudios de desarrollo para que se adaptara a exigencias futuras. Nació entonces la idea del tan mentado "7 bancadas", es decir un motor similar al probado 6 cilindros monoárbol a la cabeza pero con dos bancadas más de apoyo para el cigüeñal que le permitiera el logro de performances más elevadas.
Desde ya que el desarrollo no se basó exclusivamente en esta modificación, sino en una gama más vasta de ítem todos los cuales tenían como única finalidad convergir en el mismo objetivo: la mejora sustancial de las prestaciones y confiabilidad de funcionamiento. Así quedó estable el concepto de carrera larga de pistones lo que sigue permitiendo disponer de buena cupla motriz bien "abajo" y si bien mantiene una velocidad lineal media de émbolos apreciable, reduce la aceleración de los mismos, que a la larga es el efecto que más cuenta en la solicitación del mecanismo pistón-biela-manivela.
Volviendo sobre el tema de las bancadas y el cigüeñal debemos decir que éste es de acero forjado con tratamiento superficial "tufftride". Desde ya que la diagramación en seis cilindros permite además un excelente balanceado dinámico del árbol motor lo que a su vez redunda en una disminución de carga sobre los cojinetes (los muñones de bancada son a su vez de generosa dimensión en la idea de disminuir las presiones actuantes sobre ellos y aumentar la rigidez).
La tapa frontal del motor es ahora de nuevo diseño ubicando el distribuidor y la bomba de aceite más cerca del cigüeñal; lo mismo sucede a la tapa cubreválvulas, que fue rediseñada juntamente con el tren de válvulas completo, es decir: guías de fundición estadística con retén de caucho, vástagos cónicos y platillos con cara de apoyo de resortes cónicos para permitir la rotación de las válvulas durante su trabajo alternativo.
En resumen: se ha efectuado un trabajo de aggiornamento muy interesante en un motor que ya era seguro y eficaz, razón por la cual estimamos que sus prestaciones estarán a la altura de lo esperado. Muy pronto tendremos oportunidad de tener ,un ejemplar del Torino 74 para someterlo a un road test y evaluar así sus posibilidades.
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