Noticias de ayer: Pintado por electroforesis

Un casco de Fiat 1600 sale del horno donde se cocina la pintura protectora depositada por electroforesis

Revista Automundo Nro 291. Diciembre de 1970

En un país como el nuestro, en el que la vida útil de un automóvil no es tan breve como en las naciones altamente industrializadas, la pintura de las carrocerías reviste una importancia fundamental. En efecto, de un correcto tratamiento de la chapa depende que ésta no se vea afectada con el correr del tiempo por la corrosión. 

Mucha gente pasa por alto el hecho de que la pintura no cumple solamente con fines estéticos, sino también de protección. Uno de los problemas tecnológicos que se planteaba a los constructores de autos era el de lograr que la capa de pintura cubriera de manera uniforme no sólo las superficies externas, sino también todos los vericuetos del casco, porque de lo contrario en esas zonas aparecen, indefectiblemente, "picaduras" con el correr del tiempo. 

Hasta ahora, las fábricas argentinas venían utilizando métodos de pintado por inmersión de las carrocerías en cubas llenas de pintura convencional, sistema que no siempre permite obtener una capa absolutamente uniforme, debido a la alta viscosidad del esmalte. Por otra parte, el peligro latente que significa trabajar cerca de un recipiente descubierto con líquido altamente combustible obliga a instalar costosos equipos anti-incendios. 

Desde hace poco más de un año, varios constructores europeos y estadounidenses comenzaron a pintar sus modelos por deposición electroforética. Si bien los principios del proceso se conocen desde 1908, pasó más de medio siglo antes de que resultaran industrialmente interesantes. 

Luego de largas investigaciones, la Imperial Chemical Industry desarrolló un sistema de pintura por electroforesis, que recientemente fue adoptado por Fiat Concord en su planta industrial de El Palomar. 

Antes de iniciarse el proceso de pintado, las carrocerías son limpiadas con trapos, para quitar la grasa que protege la chapa de la corrosión durante el ensamblado. Después se las lava en un túnel con controles automáticas, para ,nnaricin como "fosfatizado". Este consiste en depositar sobre la chapa una capa de fosfato de cinc, sal no soluble en agua -que impide que la humedad entre en contacto con el metal en caso de producirse una discontinuidad en la capa final de pintura. Los cascos, que en todo el proceso son llevados por una cinta transportadora, se sumergen luego en una pileta que contiene la pintura que ha de depositarse por electroforesis. 

En líneas generales, este proceso puede ser comparado con la galvanoplastia, es decir la deposición de metales, que se utiliza para cromar superficies metálicas. El esmalte empleado es una resina, que al diluirse en un medio acuoso se disocia iónicamente. Aplicando una diferencia de potencial entre las paredes de la cuba y la carrocería a pintar, esta última actúa como electrodo positivo, atrayendo los aniones de la solución. El proceso de deposición se detiene automáticamente cuando el espesor de la capa alcanza un grosor tal, que la resistencia al paso de la corriente supera un valor prefijado. 

El proceso se regula de manera de obtener una capa de un espesor del orden de los 25 micrones. Lo importante del método es que esta capa alcanza un grosor perfectamente uniforme en todas las superficies tratadas, incluyendo las zonas encerradas entre chapas poco separadas entre sí. y en los bordes. 

La deposición es tan uniforme que no es necesario pulir las superficies luego de ser pintadas (la baja viscosidad del baño y el proceso mediante el cual se deposita, impiden. que la pintura "chorree"). Con un simple lavado con agua se elimina el exceso de pintura, aprovechando el hecho de que la resina que no ha sido fijada por el proceso electroforético es perfectamente soluble en agua. 

A continuación, se "cocina" el esmalte en un horno que funciona a 180 grados centígrados, y la carrocería queda lista para cumplir con los pasos restantes de un proceso convencional de pintado, que incluyen la aplicación mediante sopleteado de una base, de una pintura aislante de ruidos y, finalmente, del esmalte de terminación.